Cómo el mercado de productos del mar más grande del mundo está invirtiendo tanto en el cultivo tradicional como en la bioingeniería avanzada para asegurar su futuro suministro de alimentos.
PEKÍN – En medio de una creciente demanda interna y la creciente escasez mundial de productos del mar, China se embarca en una expansión monumental de su oferta de productos acuáticos, siguiendo una estrategia dual que combina el crecimiento de la acuicultura tradicional con el desarrollo de productos del mar de vanguardia basados en células. Este ambicioso enfoque busca consolidar el papel de China como potencia dominante en los mercados alimentarios mundiales, a la vez que aborda los desafíos críticos de sostenibilidad.
El consumo interno de productos acuáticos en China es una fuerza innegable. Su mercado maduro y completo, caracterizado por una demanda en casi todas las categorías de productos del mar, posiciona al país como un competidor global significativo y un factor clave en el precio de los productos del mar en el sector internacional. Si bien algunos productos que antes se exportaban y que se desviaron a las ventas nacionales podrían eventualmente regresar a los mercados internacionales, el continuo crecimiento del consumo interno de China es una tendencia constante. Esta creciente demanda, sumada a una tendencia al alza global más amplia en el consumo de productos acuáticos, está agravando la escasez de suministro mundial.
Para salvaguardar su futuro suministro de productos acuáticos, China recurre cada vez más a la acuicultura como su principal solución. Reconocida mundialmente por su superior utilización de alimentos y eficiencia reproductiva, la acuicultura se considera una opción crucial para abordar los desafíos más amplios de la seguridad alimentaria. Desde una perspectiva económica y ambiental, en particular en términos de reducción de emisiones de carbono, el desarrollo vigoroso de la acuicultura se considera mucho más beneficioso para China que la expansión de la ganadería tradicional. Como mayor productor acuícola del mundo, el enfoque intensificado de China en el desarrollo sostenible y eficiente de la acuicultura, incluyendo inversiones en tecnologías avanzadas como los sistemas de recirculación acuícola (RAS) y la agricultura inteligente, representa un imperativo estratégico. Esta expansión es vital no solo para la seguridad alimentaria de China, sino también para influir profundamente en las cadenas de suministro mundiales de productos del mar y la dinámica del mercado en los próximos años.
Productos del mar de origen celular pioneros para un futuro sostenible
Como complemento a la expansión de la acuicultura convencional, China también está logrando rápidos avances en el desarrollo de productos del mar de cultivo celular, con empresas innovadoras a la vanguardia en la creación de alternativas sostenibles a los productos tradicionales.
CellX, con sede en Shanghái, ha alcanzado hitos significativos en la producción de productos del mar cultivados. La compañía completó con éxito la producción piloto de células de pescado en un biorreactor de 200 litros, demostrando una densidad de crecimiento celular de casi 20 millones de células por mililitro. Este progreso representa un avance tangible hacia una producción en masa rentable, con un lote inicial que cuesta menos de 400 yuanes (aproximadamente 55 dólares estadounidenses) por unidad. CellX se centra estratégicamente en especies de alto valor como el mero y la corvina amarilla, con el objetivo de mejorar la seguridad alimentaria y promover el desarrollo pesquero sostenible. La compañía trabaja activamente para reducir aún más los costos de producción, buscando que los productos del mar cultivados sean más accesibles a un público más amplio.
Mientras tanto, Avant Meats, con sede en Hong Kong, está desarrollando versiones celulares de delicias tradicionales chinas de gran importancia cultural, como el buche de pescado y el pepino de mar. Al cultivar estos productos a partir de tejidos de corvina en biorreactores, Avant Meats busca ofrecer alternativas sostenibles a las especies sobreexplotadas. La empresa planea lanzar próximamente su prototipo de buche de pescado a base de células y también explora aplicaciones en el cuidado de la piel y los alimentos funcionales, adaptando su enfoque a las preferencias culinarias locales.
Estas empresas no operan de forma aislada. CellX, por ejemplo, se ha asociado con la alemana Bluu Seafood para colaborar en el avance de la aprobación regulatoria y la aceptación de los productos proteínicos cultivados en laboratorio por parte de los consumidores, tanto en China como en Europa, con el objetivo de optimizar la producción y ampliar su alcance en el mercado.
El interés de los consumidores en China es notablemente prometedor, ya que las encuestas indican una alta disposición de la población a probar productos cárnicos cultivados. Esta apertura, sumada a la creciente preocupación por el medio ambiente y los persistentes problemas de seguridad alimentaria, posiciona a China como un importante mercado potencial para los productos del mar de origen celular. La inversión del país en este campo de vanguardia subraya el firme compromiso de China con la sostenibilidad de las fuentes de alimentos y la lucha contra desafíos como la sobrepesca y la degradación ambiental. Con líderes nacionales como CellX y Avant Meats a la vanguardia, China está preparada para convertirse en un líder mundial en la industria de las proteínas alternativas, consolidando aún más su enfoque multifacético para la seguridad alimentaria futura.