Foto: Clarin/FIS
¿Por qué el gobierno Argentino no ratifica el Acuerdo de la OMC contra la pesca ilegal?
ARGENTINA
Thursday, March 27, 2025, 00:00 (GMT + 9)
La magnitud de la flota dedicada a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR) en el Atlántico Sudoccidental es única en el mundo.
Cada año, medios internacionales publican decenas de artículos sobre el tema, mientras especialistas de diversas partes del mundo se preguntan por qué Argentina no toma medidas más contundentes al respecto. Así lo informan en Clarín Milko Schvartzman y Eugenia Testa, miembros de la ONG Círculo de Políticas Ambientales.

Concentracion de buques pesqueros poteros exranjeros en la milla 201..Foto: gentileza Milko Schvartzman/Círculo de Políticas Ambientales
En lo que podría describirse como un infierno en el mar, más allá de la milla 200, entre 400 y 500 embarcaciones depredan indiscriminadamente. No solo capturan calamar, sino que también arrasan con la merluza negra, la merluza común, la merluza de cola, el abadejo y otras especies. Además, capturan tiburones, rayas, delfines y elefantes marinos, incluyendo especies amenazadas y protegidas. A esto se suma la contaminación constante que generan al arrojar toneladas de basura, aceites y artes de pesca abandonadas. Ningún ecosistema ni recurso pesquero puede soportar semejante presión descontrolada por mucho tiempo.
Estas embarcaciones, provenientes principalmente de China, Corea del Sur, Taiwán y España, operan en gran medida gracias a multimillonarios subsidios otorgados por sus países de bandera. Otra forma de subvención encubierta es la explotación laboral: miles de trabajadores filipinos, indonesios y africanos son sometidos a condiciones de esclavitud, sufriendo abusos e incluso perdiendo la vida en alta mar a bordo de flotas que no cumplen con normativas laborales, sanitarias ni de seguridad. Los cuerpos de los fallecidos suelen ser arrojados al mar o descargados en Montevideo, principal puerto de apoyo logístico de estas flotas.

Puesto de mando de un buque patrulla de la Prefectura Naval Argentina.Foto: gentileza Milko Schvartzman/Círculo de Políticas Ambientales
Cada año, se estima que un pequeño grupo de países destina 22 mil millones de dólares en subsidios para la pesca ilegal y no regulada, permitiendo la captura de uno de cada cinco peces a nivel global. Esta práctica no solo genera un impacto ambiental devastador, sino que también representa una competencia desleal contra la pesca regulada, afectando las economías locales, el empleo y el acceso a los recursos pesqueros de los países costeros, como Argentina.
Para hacer frente a estos daños, la Organización Mundial del Comercio (OMC) logró, tras más de 20 años de negociaciones, avanzar en la prohibición de subsidios que fomentan la sobrepesca.
En junio de 2022, la OMC aprobó por consenso un acuerdo que establece normas vinculantes para frenar las subvenciones perjudiciales y prohíbe el financiamiento de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Durante este extenso proceso, Argentina no solo participó activamente, sino que fue protagonista en las negociaciones, lo que hace aún más inexplicable que el país todavía no haya ratificado el acuerdo.

Buques pesqueros extranjeros capturados por la Prefectura Naval Argentina.Foto: gentileza Milko Schvartzman/Círculo de Políticas Ambientales
Para que el tratado entre en vigor, es necesario que dos tercios de los países miembros de la OMC lo ratifiquen. A la fecha, solo restan 17 países para alcanzarlo.
En 2024, el Congreso de la Nación aprobó el acuerdo, cumpliendo con el procedimiento interno requerido por la Constitución Nacional. Sin embargo, aún falta un trámite administrativo por parte del Poder Ejecutivo para que Argentina se sume a los 94 Estados que ya lo han ratificado.
Este acuerdo es crucial para combatir la depredación pesquera en el Atlántico Sur, ya que limitaría el financiamiento estatal que reciben las flotas extranjeras dedicadas a la pesca destructiva, ilegal y no reglamentada.
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