ASMI eligió un modelo de Gestión Responsable de la Pesca (RFM) basado en el Código y Directrices de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) porque cumple con los más altos parámetros de referencia para una certificación creíble.
Las evaluaciones se realizan directamente contra el conjunto de principios internacionalmente acordados más conocidos para la gestión responsable de la pesca; El Código de conducta de la FAO para la pesca responsable y las Directrices de la FAO para el etiquetado ecológico. Otras regiones y países como Louisiana, Japón e Islandia también utilizan el Código y las Directrices de la FAO para su programa de certificación, y este modelo también se está considerando para su uso en otros países.
Este es un enfoque robusto, de sentido común, práctico y rentable, y permite a las pesquerías de Alaska cumplir con los criterios de la FAO para obtener una certificación creíble. Este programa también utiliza certificadores acreditados ante la Organización Internacional de Normalización (ISO) por un miembro de la Junta de Acreditación Internacional. El resultado es un modelo práctico, verificable, transparente e incorpora los criterios y procedimientos descritos en el Código y Directrices de la FAO.
INIDEP: radiografía de la temporada 2023 de langostino Argentina
El informe elaborado por Juan de la Garza detalla el desempeño de cada estrato de flota, las subas y las bajas, la distribución del crustáceo y el tipo de producción que puede esperarse en distint...