El atún en pouch, que antes no estaba gravado para ingresar en EE.UU., ahora paga un arancel del 12,5%. (Foto: Stock File/FIS)

Por aranceles, EE.UU. reduce importaciones de atún ecuatoriano

Desde febrero pasado, cuando expiraron las preferencias arancelarias, los importadores de Estados Unidos optaron por reducir sus compras de atún ecuatoriano y por buscar otras alternativas, como el mercado tailandés.

Este cambio ocurrió cuando el atún en pouch (fundas) producido en Ecuador, que no pagaba aranceles para ingresar en el mercado estadounidense, comenzó a pagar un arancel del 12,5%.

Mientras se resuelve la renovación de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas y de Erradicación de Drogas (ATPDEA), muchos compradores de EE.UU. “piensan que no hay que comprar los mismos volúmenes a Ecuador y están comprando penosamente a Tailandia”, dijo con pesar un empresario del sector atunero local.

Al pagar un arancel, el precio del atún ecuatoriano sube y pierde competividad con respecto a otros productos que se comercializan en los supermercados y autoservicios.

Según informó el diario El Universo, si bien el atún de Tailandia también debe pagar aranceles, es un fuerte competidor porque tiene un gran apoyo gubernamental y es producido con un menor costo de mano de obra.

Ejecutivos de Empesec S.A., empresa elaboradora de atún en pouch para la marca americana StarKist, indicaron que desde que vencieron las preferencias arancelarias, sus entregas cayeron un 18%.

Para hacer frente a esta reducción, la compañía se comprometió con sus clientes de EE.UU. a asumir parte del arancel: en algunos casos el 50% y en otros, el total.

Desde Empesec especulan que cuando se renueve el ATPDEA, esos impuestos sean devueltos.

Esta firma produce anualmente unas 55.000 toneladas de atún y las exporta a EE.UU.

En la actualidad, las exportaciones de atún de Ecuador oscilan entre los USD 100 millones y los USD 120 millones al año.

De acuerdo con Rafael Trujillo, director de la Cámara Nacional de Pesquería, resulta difícil vender el atún que no se envía al mercado estadounidense a otros países de América latina. "Hay muchas empresas tratando de colocar producto en Sudamérica y otros mercados", explicó.

Por su parte, la ministra coordinadora de la Producción, Nathalie Cely, declaró a Radio City que el sector atunero afronta una situación compleja tras la no renovación del ATPDEA, dado que es “difícil competir en otros mercados por temas logísticos”.

En tanto, el presidente de Fedexport, Felipe Rivadeneira, advirtió que los exportadores ecuatorianos están preocupados por la reducción de los envíos de atún, informó el diario El Comercio.

En opinión de Lucía Fernández, titular de la Cámara de Comercio y directora del Comité Empresarial Ecuatoriano, “preocupa sobre manera que aún no se sienta el interés por renovar los acuerdos arancelarios con el Gobierno de EE.UU.”.

"Y de no lograrse agilitar las negociaciones -yo me pregunto- que pasará con las industrias pesqueras, de las que dependen cientos de plazas de trabajo”, agregó.

Por otro lado, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, admitió que la exigencia para que la embajadora de EE.UU. en Ecuador, Heather Hodges, saliera del país repercutirá en los sectores político y comercial del país.

El Gobierno nacional exigió la salida de Hodges en el menor tiempo posible, luego de la filtración por Wikileaks de un cable que la embajadora habría firmado en julio de 2009. Según dicho cable, el presidente Rafael Correa nombró en 2008 a Jaime Hurtado Vaca como comandante de la Policía sabiendo que era corrupto para poder manipularlo.

"No hay duda que [la decisión] tendrá repercusiones. No conozco ninguna conducta de altivez de un Gobierno que no tenga consecuencias”, reconoció.

Y agregó: “No hemos dicho nada en contra del Gobierno de EE.UU., hemos dicho que esta decisión tiene que ver con la conducta de la embajadora. Esperamos que no tenga otras afectaciones, y si las tiene, tendremos que enfrentarlas”. 

Por Analia Murias
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www.seafood.media

 

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